El Árbol de la vida es uno de los símbolos de mayor popularidad, precisamente porque representa la esencia de nuestra propia existencia y transmite una gran fuerza y positivismo. Mucha gente desconoce lo que representa el Árbol de la Vida y te lo vamos a contar. Es algo interesante, pues muchas veces se habla de ello, pero a menudo se da por sabido y no todos lo saben.
El significado del árbol de la vida
Lo cierto es que pocos símbolos cuentan con tan diferentes significados como el Árbol de la vida que de forma general representa El Ciclo de la Vida. Nuestra vida se representa por el nacimiento, al que representan las profundas raíces. La vida que llevamos está reflejada en el tronco que crece en dirección al cielo.
Las ramas, en sus múltiples bifurcaciones representan los cruces de camino que nos encontramos en nuestra vida y que hace que tengamos que tomar decisiones constantemente. Se suele hablar de conceptos como los de crecimiento personal y espiritual, el progreso, desarrollo o la reencarnación.
Desde un punto de vista religioso
Se pueden encontrar tantos significados como religiones existen en el mundo, pero vamos con los más populares. Si lo vemos desde el punto de vista de la religión y se toma al Génesis como referencia. El Árbol de la Vida es el que había plantado Dios en el paraíso y que llevó a Eva a tomar una decisión por todos conocida que cambiaría el destino de la vida.
Si la referencia es la religión Judía, el Árbol de la Vida une al Hombre con Dios, desde las raíces de la tierra donde se está el hombre, hasta las ramas que tocan el cielo donde se encuentra Dios.
Desde un punto de vista mágico
Si hablamos desde el punto de vista de la magia que siempre se le ha atribuido, El Árbol de la vida representa, en forma de ramas que se elevan y expanden al cielo, el nivel físico y espiritual de nuestra vida.
Está claro que no todo el mundo puede percibir estas ramas y cada persona debe buscar la parte espiritual y la material. Puede decirse que es un talismán que beneficia en gran medida a su portador, pues le atribuye el poder de la atracción de energías positivas y de buenos deseos, no solo al portador, también a todos los que están a su alrededor.